Esta vez sí. Si bien en la ocasión anterior tuvimos que reestructurar los planes por el clima, ésta vez hemos recuperado el plan original y hemos ido a sima azul.
En la mayoría de las simas y cuevas una aproximación corta es una verdadera bendición no obstante, con un entorno como el Torcal de Antequera, se antoja incluso demasiado corta.
Más divertida que bella, la sima no tiene formaciones espectaculares ni nada especialmente destacable más allá de la salida, aún así es muy disfrutona por la parte deportiva.
Lo cierto es que hemos echado un día muy agradable entre risas y disfrutando de nuestra afición .
¡A por la siguiente!